miércoles, 2 de octubre de 2013

No dejaría ser nunca ser Educador Social, porque…


 
Aún recuerdo aquellas fotocopias que me pasaron por el año 1991, en estos momentos las tengo al lado del ordenador. Os puedo decir que son unas catorce hojas por las dos caras de la colección Educación Social de CCS Editorial, el autor José Luís Segovia Bernabé, un Educador especializado en marginación juvenil. Esas fotocopias fueron el inicio para poder profundizar en la figura del Educador Social.
Trabajar desde hace veinticinco años en Servicios Sociales y  proceder del campo de la educación, me ha ayudado definir lo que siento como una verdadera vocación, ser Educador Social.
En el año 2010 me acerqué al mundo de los blogs, de una manera autodidacta, necesitaba escribir sobre mi trabajo, informar sobre iniciativas y experiencias de otras personas y entidades, y además ser reivindicativo. Por casualidad encontré  tres blogs que me marcaron, uno de ellos es “Educablog”, otro “Educador Social en Alaska” y el último “Educación Xocial”. Después vendría el primer encuentro en Gijón de blogs de Educadores y Educadoras Social, en que el que se valoró la importancia de esta herramienta para hacer visible esta profesión.
Para poder escribir este post y colaborar en el Día Internacional de la Educación Social, me he puesto a redactar una especia de popurrí  social, de corta y pega de otros posts de mi blog, que con un pequeño arreglo puede quedar bien para este tema.  
No dejaría ser nunca Educador Social, porque…,
..., me identifico con una forma de pensar, de poder resolver diferentes situaciones, de sentir, de ser diferente, de tener capacidad de influir, de compartir valores, de analizar las expectativas, de ser tolerante y solidario, etc.
..., puedo ayudar a visibilizar a las personas y colectivos que están en el análisis del olvido. 
…, me capacita para diseñar, planificar y coordinar iniciativas, trabajar en equipo, utilizar los recursos más próximos a la comunidad, implicar y responsabilizar a las personas.
…, tengo el deber moral y la propia necesidad de defender el Estado de Bienestar, sin olvidarme de los derechos que tienen las personas, que por ser más vulnerables, más frágiles, no pueden expresar como yo, su propia indignación.
.., me siento una persona comprometida, con una cercanía afectiva y efectiva, que no educo en la distancia.
…, soy capaz de adaptarme a las diferentes situaciones con el fin de desarrollar las facultades y potencialidades de las personas y los grupos.
…, no me gusta ocultar las desigualdades y las injusticias sociales.
…, mis conocimientos y competencias adquiridas me permiten diseñar y ejecutar proyectos de intervención socioeducativa.
…, soy capaz de integrar y reconocer las diferencias.
…,mi trabajo se desarrolla con el fin de intervenir con la intención de promover mejoras y optimizar recursos.
…, me permite cada mañana innovar y crear.
…, me gusta soñar y crear utopías.
…, quiero ayudar a desarrollar la autonomía de las personas.
En realidad me fascina ser Educador Social, sobre todo por nadar contra la corriente.
Samuel N.P.

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