martes, 16 de mayo de 2017

Resistencia Romaní: no olvidamos


El 16 de mayo recordamos a las gitanas recluidas en Auschwitz-Birkenau que lideraron la mayor revuelta de los campos de concentración nazis. Recordar esa historia con perspectiva de género es una manera de cuestionar el sexismo payocentrista que estereotipa al pueblo gitano.
Patricia Caro Maya
 
El día 16 de mayo de 1944 las mujeres romaníes recluidas en Auschwitz-Birkenau lideraron la mayor revuelta jamás enfrentada por los Camisas Negras que custodiaban los campos de concentración nazis. En alerta por el gaseo inminente de los pocos hombres que quedaban, los niños y niñas de sus entrañas y ellas mismas, se levantaron arrancando tablas de los barracones y se armaron con piedras y palos decidiendo no volver a doblegarse más ante la dominación masculina aria.
Firme la lucha que dejó un gran número de bajas entre las SS. Firme el castigo de ayuno sobre sus cuerpos. Firme la decisión policial de separar al grupo como única forma eficaz de asesinato. Firme el recuerdo que nos impide olvidar la verdad sobre nuestras consciencias. Firme la herencia reivindicativa de nuestros derechos. Firme nuestra mirada hacia el horizonte infinito.
Por todo ello, el pasado 16 de mayo celebramos en diferentes ciudades europeas el día en que la Resistencia Romaní plantó cara a la persecución genocida con perspectiva de género, contando con las gitanas como líderes. No importa el poder de los otros, no importa el cansancio sobre tus huesos. Sólo importa una cosa, tu derecho a la vida digna. Y para ello, es fundamental mirar. Para no olvidar.
Recordando la historia como condición sinequanon en la mirada al presente, la falta de reconocimiento institucional sobre el Samudaripén (el holocausto romaní) con perspectiva de género trae un tufo maloliente que traspasa las fronteras entre los Estados. Este hedor pandémico llega también hasta España, se cuela en los despachos y susurra bajito al oído de las grandes mentes masculinas en el poder (“casualmente”gadgés, no romaníes).
Esta Peste Negra les trastoca el razonamiento llegando a determinar que las gitanas somos sumisas y los gitanos machistas por naturaleza, igual que el Sol se pone por el Oeste. De esta forma, se construye mejor un prototipo de gadgí (mujer paya) no sumisa que no tiene porqué luchar por sus derechos puesto que es modelo de igualdad y un prototipo de gadgó (hombre payo) libre de estereotipos sexistas porque se liberó de la incivilización. Táctica propagandística barata cuyo fin último es la dominación sobre las payas despistándolas del poder ejecutor sobre sus cuellos, sobre los payos impidiendo que se cuestionen su rol de género y sobre las comunidades romaníes con perspectiva de género, imponiendo falsas conciencias sobre nuestras mentes de forma psicópata a gran escala. Fundamental es por tanto comprender que el sexismo gadgócentrista sobre las gitanas robustece la dominación sobre las payas.
Para muestra, un botón. Hace unas semanas una artista gitana expresó su opinión crítica en un acto público donde decía literalmente: “Estar vivo no es fácil en la situación de Rajoy”. Muchas críticas en bocas masculinas gadgés, de corte sexista cultural, cayeron sobre su espalda por expresarse libremente, ninguna de voces gitanas masculinas o femeninas. Básicamente, se preguntaban qué habría dicho el padre de esta calí en su lugar (comentario androcentrista de libro) y pedían explícitamente que se callara y se dedicara a cantar flamenco. Ante eso, no puedo evitar reírme cuando dicen que sólo los calós son machistas y los responsables únicos de la opresión sobre nuestras libertades.
Sin embargo, hace unos días una periodista paya escribía un artículo cuyo titular era “Mariano Rajoy o cómo ser Presidente sin morir en el intento” siendo presentado éste en un periódico de línea editorial progresista, dentro del apartado de artículos de opinión crítica. He aquí la influencia inconsciente del tufo gadgocentrista-dominador del stablishment masculino payo que ante el mismo pensamiento crítico, castiga cuando proviene de una voz femenina gitana y premia cuando procede de una paya.
En cualquier caso, sepan los gadgó-patriarcas que somos conscientes de que la persecución continúa, que el sexismo antigitano continúa y que la inconsciencia de este asunto es materia pendiente de las izquierdas y las derechas (todas). No obstante, sepan también los gadgó-patriarcas, que por mucho que intenten obligarnos a creernos sumisas, las calís conocemos a la perfección quiénes somos y de dónde venimos. Porque la fuerza de nuestra sangre grita irremediablemente contra las injusticias, porque la educación en sororidad de nuestras abuelas respira en nuestros poros y porque si hay algo inscrito en la naturaleza de nuestra cultura es la resistencia atemporal de las mujeres gitanas en cada paso del camino.
Las gitanas sin fronteras estamos decididas a ejercer nuestros derechos de manera digna. Jamás dejaremos de decir lo que pensamos. No agacharemos nunca la cabeza delante de nadie. Siempre trabajaremos incansables por un espacio libre de violencia venga de dónde venga.
Opre Romnja ¿Arriba las Gitanas!

Información de la web: http://www.pikaramagazine.com/2016/05/resistencia-romani/
 

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